En las revisiones rutinarias que hace el pediatra a tu bebé, te informa, llegado el momento, de que a los 6 meses del pequeñ@ es el momento de iniciar la alimentación complementaria (AC). Pues así lo recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Se ha escrito mucho sobre el tema de la Alimentación Complementaria ( AC), a manos de asociaciones y perspectivas de crianza: cómo empezarla, qué alimentos, qué corrientes seguir (BLW, alimentación triturada con cuchara, o mixta), pero quiero aportar mi visión como profesional del desarrollo infantil sobre qué aspectos debemos tener en cuenta a la hora de plantearse el inicio de la AC. 

Parto de una premisa: cada niñ@ tiene su propio ritmo de desarrollo.  Debemos saber en qué momento madurativo se encuentra y qué requiere para dar un paso más en su alimentación. 

Antes de esto, aclaremos una serie de cuestiones.

 ¿Qué es la Alimentación Complementaria?

La alimentación complementaria (AC) es el proceso por el cual se ofrece al lactante alimentos sólidos o líquidos distintos de la leche materna o de una fórmula infantil en calidad de complemento y no como sustitución de ésta. 

¿Cuándo empezarla?

La Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda empezarla cuando el bebé cumpla 6 meses de edad. Pues llegado este momento, el cuerpo del niñ@ necesita ampliar nuevos alimentos que le proporcionen las sustancias que precisan su organismos  para seguir madurando.

Junto a ello, la Asociación Española de Pediatría (AEP) añade que a partir de este momento, y una vez iniciada la alimentación complementaria, se debe ofrecer siempre primero el pecho, para asegurar la ingesta de un mínimo adecuado de leche al día y el mantenimiento de la producción de la leche materna.

“ La leche materna/ de fórmula, seguirá siendo el alimento base en los 12 primeros meses del niñ@”.

Ahora bien, el de niño de 6 meses está  preparado para ingerir otros alimentos, y sintetizar las sustancias, pero a nivel neurológico, ¿estará preparado el pequeñ@?, ¿tiene su musculatura preparada para ello, y a nivel emocional o cognitivo?

Tal como señalaba al principio, si cada niñ@ tiene su propio proceso madurativo para adquirir cualquier habilidad,  un cambio de alimentación requiere haber alcanzado ciertos hitos del desarrollo para abordarla.

Es importante partir de la sugerencia del pediatra: él nos dará el punto de partida para iniciar el proceso. Pero junto a esta figura, hay que tener en cuenta la aportación de otros profesionales del desarrollo infantil, y con ello apreciar ciertas aspectos antes de la AC,  independientemente de la corriente que la familia elija BLW, alimentos triturados o mixta.

Como experta en desarrollo infantil, considero importante tener en cuenta determinadas variables a la hora de que la familia se plantee iniciar el  proceso.

Las siguientes consideraciones emanan de las áreas de desarrollo: motora (gruesa y fina), cognitiva, comunicativa y socioemocional, así como el aspecto de la autonomía:

INDICADORES DE DESARROLLO PARA INICIAR LA AC
1. INTERÉS POR LA COMIDA: 

Observa si tu pequeñ@ tiene curiosidad en el momento en el que vosotros estáis comiendo: si os mira, si abre la boca y saca la lengua, si hace seguimiento visuales cuando os lleváis la cuchara a la boca, si tiene la intención de coger comida que está sobre la mesa, si balbucea y vocaliza para comunicaros que “él /ella también quiere comer esos alimentos”.

2. EXPRESA FINALIZAR SU MOMENTO DE COMER

Cuando no quiere más alimento cierra la boca, es clara su actitud de no querer más biberón o pecho.

3. SEDESTACIÓN AUTÓNOMA 

Se mantiene sentado de forma firme y segura, sin ningún tipo de soporte, y sin que su cuerpo se vaya hacia los laterales.

Esto es MUY IMPORTANTE, no podemos tener al bebé apoyado sobre el respaldo de la trona para que coma. Si su espalda no tiene la suficiente fuerza para mantener su cuerpo erguido, no está preparada para comer.

Si necesitamos de un soporte para mantener al niño sentado, esto no es una sedestación sana, aún menos para poder realizar otra acción, en este caso la AC.

Por lo general, este hito de desarrollo se da sobre los 6 a 8 meses de edad. Si no lo ha adquirido, te recomiendo que le proporciones a tu pequeño experiencias lúdicas en suelo (arrastre, pivoteo, volteo).

4. DESTREZA MANUAL

Coge objetos y juguetes de diferentes formas y peso, utilizando ambas manos y dedos con precisión.

5. DESTREZA EN LA HABILIDAD ÓCULO- MANUAL 

Se lleva juguetes a la boca cuando lo está explorando, no titubea en emplear sus manos para realizar un acción, como por ejemplo tocar un botón para emitir el sonido, o tirar de un cordel.

6. DEJA DE TENER EL  REFLEJO DE EXTRUSIÓN 

El bebé al nacer está lleno de reflejos, éstos nos indican que su sistema neurológico está en óptimas condiciones para el inicio del proceso madurativo. Con el paso del tiempo, estos reflejos irán desapareciendo, hecho que también indicará que el pequeñ@ está evolucionando, porque ahora el movimiento de su cuerpo es consciente y autónomo.

Pues bien, el reflejo de extrusión está relacionado con la evolución en el aspecto de su alimentación. 

Se trata de un mecanismo de defensa que tiene el pequeño al nacer y que sirve para evitar atragantamientos. Le permite protegerse de alimentos sólidos, en el caso de que no esté preparado para dar ese paso.

¿Cómo podemos comprobar si en tu hij@ ya ha desaparecido este reflejo?

El reflejo estará aún presente cuando su lengua empuja el alimento o la cuchara hacia fuera cuando se coloca sobre la punta, es decir, expulsar la cuchara con la lengua. Si por el contrario no empuja la cuchara, sino que la admite, podríamos decir que está preparado para comer de forma triturada o siguiendo la corriente BWL.

Este reflejo por lo general desaparece a los 6 meses de edad, y ello es necesario para dar un paso hacia la alimentación complementaria.

Es habitual encontrarse a familias que expresan que su hij@ rechaza el la papilla de fruta, concluyendo que es a causa de que no le gusta su sabor. Puede ser, pero también habría que cerciorarse de que admite la cuchara, si no lo hace es porque tiene aún este reflejo.

Si ese es tu caso, es necesario que tomes con paciencia el inicio de la AC: da un poco más de tiempo a tu pequeñ@, y sigue viendo si el reflejo, con el paso de las semanas, sigue presente.

La AEP recomienda no retrasar más allá de los 7 meses el inicio de la AC, puesto que el pequeñ@ podría tener déficit de  hierro y zinc, o padecer alteración en habilidades motoras orales (pudiendo repercutir en el desarrollo del lenguaje).

Como vemos, saber si el pequeñ@ está preparado de forma general en dar comienzo a la Alimentación Complementaria, también es saber identificar cómo está su desarrollo y cómo es su ritmo evolutivo. 

Atear os acompaña en el crecimiento de vuestro hij@ a través del servicio de Asesoramiento y Coaching Familiar.