Es muy típico que muchas familias os encontréis con que vuestro hij@ de entre 1 a 2 años de edad, pegue o dé un manotazo como repuesta a una situación que no sea de su agrado.

Ante todo quiero trasmitirte tranquilidad y decirte que este tipo de conductas forman parte de su proceso de desarrollo y aprendizaje.

Su respuesta de pegar manotazo es una manera de expresar su emoción; de comunicarte que no está conforme con lo que pasa o le dices en ese momento.

Al no tener una capacidad cognitiva lo suficientemente madura para gestionar sus emociones, ni tampoco tener una fluidez verbal;  recurre a los gestos, a los gritos, a morder o dar manotazos.

A esta edad tan temprana, no saben cómo reaccionar ante situaciones de frustración o enfado. Su capacidad de reacción es por impulso. De hecho podrás observar cómo tras su acción de pegar te mirará esperando tu respuesta.

Este es el momento donde tienes que pensar cómo vas a reaccionar, pues de tu respuesta dependerá que esta conducta se instaure o vaya disminuyendo.

¿CÓMO ACTUAR CON TU HIJ@ ANTE ESTA SITUACIÓN?

Debes de ayudarle a que identifique esa conducta como inapropiada, y por tanto no aprobada por ti.

Debes corregir y ayudarle a que aprenda una nueva asociación: “a mamá no le gusta que le pegue”. 

¿CÓMO HACERLO?
  1.  Ten paciencia y serenidad con la situación, ya que es un proceso duradero e intenso. Tu pequeñ@ está aprendiendo.
  2.  Muestra firmeza y seguridad ante su manotazo de forma inmediata. Utiliza para ello tu expresión de seriedad. Coge sus manos con suavidad y mirale firmemente a sus ojos a la vez que le dices claramente “ NO”, a mamá no le gusta que le pegues”.

A continuación PUEDE DARSE DOS RESPUESTAS POR SU PARTE:

1º Ha comprendido tu mensaje, y en consecuencia, no prosigue con el manotazo.

Ahora responderá poniendo cara triste y cabizbajo. Si es así, refuerza esta actitud. Abrázale y dale arropo, de esta manera asociará tu NO rotundo con el pensamiento de «a mamá no le gusta que le pegue» y «se pone triste si le pego»

Al instante, seguramente te abrazará y notarás su tranquilidad

Si por el contrario, persiste con la conducta:

Vuelve a coger sus manos y en esta ocasión solo mírale fijamente, sin articular palabra. Él con tu expresión ya ha entendido tu mensaje.

Si tras este segundo intento, prosigue con su conducta e inclusive se agita más, aléjate por un instante de su lado.

Cuando se calme, al menos un poco, vuelve a su lado y permanece en un actitud de comprensión pero manteniéndote firme respecto a su conducta de dar el manotazo. Vuelve a repetirle, ahora con una actitud más cercana y cariñosa, que no te gusta que te pegue.

Se trata de omitir la respuesta que queremos corregir, y así reforzar la conducta adecuada.

En este caso podemos esperar que a su edad madurativa, la respuesta adecuada sea el llanto o enojarse, pero no el pegar.

Esta respuesta debe de ser llevada a la práctica del mismo modo por todos los miembros que conformen la familia.

Esta respuesta única es la que le dará seguridad a tu pequeñ@ para saber cómo debe de actuar y cómo gestionar sus emociones.

El manotazo o el pegar puede que perdure hasta los 3 o 4 años de edad. No obstante, irá desapareciendo en la medida en que vaya madurando, así como también  el adulto le vaya poniendo límite a esa conducta, siempre de forma comprensiva.

Atear os acompaña en el crecimiento de vuestro hij@ a través del servicio de Asesoramiento y Coaching Familiar.