El desarrollo motor es la capacidad para mover los grupos musculares del cuerpo:
Músculos grandes / motricidad gruesa: piernas, brazos, cabeza, abdomen y espalda.
Músculos pequeños / motricidad fina: ojos, manos, pies.
Esta área de desarrollo, la motora, es con la que se inicia la maduración del pequeño.
Comenzará con levantar y mantener su cabeza, girarla ante la detección de un ruido, agarrar y manipular un objeto, seguidamente volteará, pivoteará y reptará. Poco a poco, gracias a la coordinación de sus extremidades, alcanzará el gateo, y a partir de la práctica de éste, el pequeño habrá adquirido la suficiente fuerza en sus piernas para ponerse en pie y empezar a dar sus primeros pasos de forma segura.
Esta serie de habilidades conformarán un aprendizaje de vuestro hijo/a: moverse y relacionarse con su entorno.
Vosotros, padres y madres, podéis facilitarle desde sus primeros meses de vida las experienicas que precisa para que alcance las habilidades motoras.
¿Cómo? Siguiendo estas sencillas recomendaciones y evitando los hábitos que que obstaculizan su desarrollo motor.
¿QUÉ BENEFICIA?
– Tiempo del pequeño jugando en el suelo (tiempo que se irá ampliando a medida que vaya madurando su movimiento y ganado confianza en su espacio). Se trata de habilitar en casa una superficie amplia, firme, libre de humedad (es aconsejable colocar láminas de goma o alfombra para proteger al bebé de la dureza y baja temperatura del suelo). En los primeros meses podemos utilizar la mantita estimuladora, resulta atractiva para el bebé por sus colores y accesorios.
– Interacción con sus figuras de apego: papá/ mamá les motivarán a que alcance un objeto estando desde pronación (boca abajo), supinación (boca arriba), de costado, y más adelante, a través del gateo o pasos laterales.
Puede ser positiva la experiencia de compartir tiempo en piscina con vuestro pequeño: el movimiento de sus extremidades en el agua favorece la coordinación y tonificación de su musculatura.
– Uso de algunos accesrios:
Correpasillos, cuando el pequeño haya logrado ponerse y mantenerse de pie por sí mismo con firmeza. Este accesorio le proporcionará una seguridad para dar sus primeros pasos de forma autónoma.
Triciclos sin pedales una vez haya adquirido la marcha para que el pequeño gane fuerza en sus piernas y agilidad en su coordinación.
¿QUÉ OBSTACULIZA?
– El afán de darle al pequeño todos los juguetes u objetos que estén a su alcance, evitando que se desplace. Así no le damos la oportunidad de que lo consiga por sí mismo y aprenda a moverse.
– Llevar siempre en brazos al bebé o en el regazo no favorece su desarrollo motor, pues es el adulto el que controla en todo momento el movimiento del bebé.
– Sentar al pequeño sin que su columna ni musculatura estén maduros para aguantar su peso corporal (no antes de los 6 meses), o ponerle de pie (debe de ser él mismo quién pase de estar sentado a bipedestación, cuando tiene control sobre su movimiento).
No debemos poner al pequeño en una postura que no haya alcanzado por sí mismo.
– Uso de accesorios que sustituyen el tiempo que el pequeño podría jugar en suelo, como:
Andador (“tacata”): no solo quita tiempo al bebé para que fortalezca su musculatura, sino que además influye directamente a la seguridad del pequeño (caídas) y favorecen la adquisición de un patrón erróneo de la marcha (desplazamiento de puntillas, piernas arqueadas, etc.). Por estos motivos La Asociación Española de Pediatría desaconseja su uso: https://enfamilia.aeped.es/edades-etapas/cual-es-mejor-andador-para-un-bebe-que-no-se-usa
Columpio/saltador elásticos para bebés: realmente no sirven para ejercitar la musculatura de las piernas, ni ayudan a que aprenda a gatear como paso previo a caminar. El pequeño no aprenderá a moverse por su espacio si lo dejamos en verticalidad suspendido en el aire por las axilas.
Sólo se recomienda el uso de hamacas y parques cuna en situaciones concretas y puntales, y como medio de seguridad mientras el adulto no pueda estar cerca y en vigilancia de su hijo (por ejemplo, labores de hogar).
– Pantallas y tv: restan tiempo para que el niño/a experimente en suelo, si el estímulo está fijo (imagen, dibujos) no tiene que esforzarse por llegar a él, pues no necesitan moverse.
El pasar un tiempo de juego en suelo con vuestro hijo/a con una actitud de motivación y paciencia es la mejor manera para ayudar a que el pequeño adquiera un desarrollo motor óptimo.
Atear os acompaña en el desarrollo íntegro de vuestro bebé, a través del servicio Estimulación Temprana.