La incorporación al colegio es uno de los momentos más importantes en la vida del niñ@. Pasar de estar en el ámbito familiar y en otros contextos, en los cuales se siente protegido y feliz, a tener que ir a otro entorno en el que no están presentes sus figuras de apego para facilitarle su adaptación, supone para el pequeñ@ un esfuerzo.

En mayor o menor medida, el proceso de adaptación se hace más notorio cuando el niñ@ pasa de un ciclo educativo a otro (guardería- infantil/ infantil- primaria/ primaria- secundaria).

El paso de infantil a primaria requiere de mucho esfuerzo para el niñ@. Porque es en esta etapa cuando aún no tienen ni la suficiente madurez cognitiva, ni la habilidad comunicativa para expresar los sentimientos ni emociones que le abruman, y aún menos saben gestionar la situación.

El paso a primaria es algo completamente nuevo, y donde las exigencias son mayores, pues se les pide una mayor autonomía.

Si tú tuvieras que empezar en un trabajo nuevo del que no sabes nada, no conoces al jefe, seguro que tienes una sensación muy parecida. Al fin y al cabo, el ser humano es amigo de las rutinas y enemigo de los imprevistos impuestos.

La vuelta al colegio para muchos niñ@s resulta un momento de inseguridad, pero lo importante es ser consciente de que esta situación le puede pasar a tu hij@, identificarla, y tomar acción al respecto.

ASPECTOS QUE PUEDEN INFLUIR EN LA ADAPTACIÓN A LA ESCUELA

TIMIDEZ
Puede que algunos niñ@s tengan un carácter más introspectivo, de ahí que sientan timidez al abordar la incorporación al centro educativo, e inclusive en aquellos casos que retoman las clases, con los compañeros del anterior curso y con el mismo tutor@.

MIEDO

Es el perfil de niñ@s que se sienten inseguros, bien en contextos nuevos o bien en los ya conocidos. Generalmente, es el caso de los niñ@s a los que les cuesta involucrarse en las actividades con los demás niñ@s, y sobre todo cuando el entorno es completamente nuevo para él.

AUSENCIA DE RUTINAS

Durante el periodo vacacional es frecuente que las rutinas llevadas a lo largo del curso, no estén tan presentes o tan marcadas; que hayan sido más flexibles. Por ejemplo, aunque el hábito de ducharse antes de la cena, siga presente, tal vez la hora no era la que teníamos establecida.

No tener la rutina de levantarse todos los días a la misma hora para desayunar e ir al cole a una hora exacta, haciendo las tareas pertinentes de la escuela, realizar fichas, actividades… también puede influir en que a tu pequeñ@ le cueste retomar ritmo de las clases, y por tanto, de asistir a la escuela.

¿CÓMO PUEDES AYUDAR A TU HIJ@?
1. Transmítele con tu actitud que realmente no pasa nada

Con esto lo que queremos conseguir es el “efecto espejo”. Que el niñ@ tome el ejemplo de sus padres. Por ejemplo, si ve que su madre se pone nerviosa, realmente el efecto será que ella también se pondrá nervios@.

Déjale en la fila con una expresión de serenidad y alegría, pues si te ve a ti tranquila, le estarás transmitiendo el mensaje de que en la escuela estará seguro y bien.

2. Dale tiempo de adaptación

Es típico que los pequeñ@s, sobre todo en primer curso de infantil, precisen de un proceso de adaptación. En la medida que vaya pasando los días, irá tomando la rutina de ir al colegio.

3. Ten actitud de comprensión y escucha

Hay que darle confianza para que se sienta entendid@ y apoyad@. Será necesario que desde el hogar sienta confianza para abrirse y contar su realidad. 

Una vez que el niñ@ se abre y expresa lo que siente, debe sentir que es comprendid@. Los padres podéis recurrir a una experiencia propia (por ejemplo, cuando eras pequeñ@, y te daba corte, lo pasabas mal) y cómo y qué pasos diste para afrontar esa situación que te estaba haciendo sentir mal.

También puedes tomar como ejemplo la experiencia de algún amiguit@ al que le haya pasado lo mismo que a él, y que finalmente lo ha solucionado. Que hoy se siente feliz y cómod@.

El no sentirse excluid@, diferente, hará que piense que lo que siente él al ir al colegio es algo frecuente, y por tanto, le puede haber pasado a otros niñ@s.

4º Refuerza sus logros

En el momento que identifiques una actuación que refleje un paso hacia su adaptación, como por ejemplo, no llorar al dejarle en la fila, o salir de casa más sereno hacia la escuela, o con alegría, refuérzale.

Con ello le estarás dando apertura a que se sienta seguro en su nuevo entorno, a que confíe en él o ella: le estarás empoderando.

Emplea frases como “valiente”, “venga que tú puedes”, “lo has logrado, campeón”, “lo estás haciendo fenomenal”, “confiamos mucho en ti”.

“Los pilares básicos para encauzar la situación es a través de las muestras de cariño y resaltar sus avances

 5º Acompañamiento desde casa

Dándole recursos y pautas para que pueda afrontar la situación de manera exitosa.

Utilización de libros/cuentos sobre esta temática, ir al cole, y que traten el tema de inteligencia emocional.

Recursos pictóricos: identificar, expresar y gestión de emociones.

Dar cobertura y espacio a las emociones desde casa (hablar cada uno de cómo le ha ido el día en el trabajo, en casa… cómo se ha sentido).

Acciones complementarias: reforzar lazos con sus compañer@s de clase.

Por ejemplo, invitarles a casa a merendar, a pasar un fin de semana, a que se quede a dormir, o realizar alguna actividad lúdica fuera del colegio (asistir a un taller de manualidades, ir al zoológico…).

Si tu hij@ refuerza su lazo de unión con sus compañer@s de clase, fuera del contexto educativo, por ejemplo en el parque, se sentirá con más confianza en el colegio.

Atear os acompaña en el crecimiento de vuestro hijo a través del servicio de Asesoramiento y Coaching Familiar.