¿QUÉ ES EL DESARROLLO EMOCIONAL?

Cuando hablamos del desarrollo integral de un niñ@, lo hacemos desde las áreas que lo conforman: área motora, del lenguaje, cognitiva y emocional.

Cada una de ellas están conexionadas, de tal manera que el desarrollo de una depende de las otras. Por ejemplo: el niñ@ aprenderá a relacionarse a través del lenguaje, pero éste necesitará a su vez de cierto madurez cognitiva para establecer el canal de comunicación.

Durante muchos años, el foco de atención sobre el desarrollo del niñ@ solo se centraba en el movimiento de su cuerpo y en la capacidad de aprender conceptos o palabras, quedando así en un segundo plano la capacidad para identificarse como persona, e interaccionar de forma positiva con los demás. Pero gracias a investigaciones en este campo, hoy por hoy no hay duda alguna de que  esta área es tan precisa y necesaria a tener en cuenta como las otras.

Es por ello que padres/madres deben conocer los hitos que conforman el desarrollo emocional, para de esta manera servir de guía y apoyo a sus hij@s.

“Los padres son el mejor ejemplo que un niñ@ tiene para aprender las habilidades para relacionarse.  Por tanto, no se pude hablar de desarrollo emocional del  niño sin tener presente el desarrollo emocional de sus padres

El desarrollo emocional, también llamado socioemocional, es el proceso por el cual el niñ@ construye su identidad (“su yo”), autonomía, seguridad y confianza en sí mismo y en el medio en el que va creciendo. Este proceso es posible porque se le da la oportunidad de interacción en diversos entornos.

A medida que vaya relacionándose con otras personas, podrá ir experimentando e identificando sus emociones,  para a continuación aprender a expresarlas y gestionarlas.

HITOS DEL DESARROLLO EMOCIONAL DE 0 A 3 AÑOS

Durante los primeros 3 años de vida, el pequeñ@ irá obteniendo las habilidades y capacidades que le servirán para cimentar los pilares de su desarrollo socioemocional.

Es importante aclarar, que como ocurre con otros aspecto del desarrollo, cada niñ@ tiene su propio ritmo madurativo.

Desarrollo Emocional de 0 a 12 meses 
  • De 0 a 3 meses: la principal necesidad del recién nacido es la supervivencia. La cual requiere de: alimentación, afecto, descanso, higiene y estímulos que les proporcionan sus figuras de apego. Desde que el niñ@ nace comienza a desarrollar sus emociones y lo hace a través del llanto;pues es la manera que tiene de expresar sus necesidades.
  • A partir de los 3 meses, se habrá adaptado a su entorno, lo que le hará que vaya teniendo una nueva necesidad: la de interaccionar con su entono más próximo, sus figuras de apego.  Muestra de esta interacción es la expresión de la sonrisa social.
  • Entre los 4 a 6 meses: su desarrollo motor (volteo y agarra) y del lenguaje (balbuceo) les sirven para establecer relaciones con las personas de su alrededor. Ya ponen en práctica sus capacidad de identificar las expresiones de contento o enfado, así como la de expresar de desacuerdo o enfado cuando no consigue lo que desee en ese momento.
  • Entre los 7 y 8 aparece el miedo y el temor. Muestra de ello es la angustia que siente al separarse de sus figuras de apego. El pequeñ@ reclama el estar siempre cerca de ellos, rechazando a los desconocidos para él.
  • Entre los 9 y 12 meses se despiertan en él las ganas de llamar constantemente la atención del adulto, queriendo provocar la risa en ellos para que éstos interacciones con él. Les encantan mostrar todo su repertorio… imitar sonidos de animales cuando les preguntas, ¿cómo hace…), imitar expresiones o acciones previa demostración ….
Desarrollo Emocional de 1 a 2 años

A partir del año el pequeñ@ irá teniendo más apertura a su entorno. Pues gracias a su destreza motora y comunicativa, goza de cierta autonomía: puede desplazarse donde quiera y expresar a través de sus primeras palabras lo que desea.

De igual manera que su vocabularios irá aumentando, también lo hará su capacidad para reconocer las emociones de los demás a través de la expresión de caras. 

Cada vez se muestran más animosos a relacionarse, aunque siempre quedará presente la necesidad de sentirse protegido y aprobado por sus padres. Digamos que las respuestas de sus progenitores serán el baremo para saber “que está bien “, “qué esta mal “.

El egocentrismo es una de sus principales características en este momento: le encantan ser el centro de atención, de ahí a que hable y repita aquello que produce la adulto.

Pero también se inicia en él, el sentimiento de la frustración y de enfado ante situaciones que no son de su agrado, por ejemplo una prohibición.

Quiere a toda costa obtener lo que desea en ese momento y utiliza el llanto, las pataletas o los chillidos para expresar y canalizar su sentimiento de impotencia. Esto ocurre porque aún no tiene la capacidad ni madurativa ni emocional para gestionar este tipo de situaciones con el razonamiento ni la palabra. Eso sí, el término NO, la tiene como respuesta permanente y favorita 

Desarrollo Emocional de 2 a 3 años

En este intervalo de edad el niñ@ habrá obtenido la oportunidad de vivir experiencia con familiares y también con sus iguales; es decir, con los amiguitos del parque, o con los compañeros del Centro Escolar.

Las discursiones con sus compañeros de clase, o la riña de las educadoras hacen que conozcan de primera mano lo que provoca molestia, o malestar. Todo ello le dotará de ciertas habilidades o aprendizajes para baremar sus día a día.

Aunque asistir a guardería puede que le suponga en mayor o menor medida un esfuerzo para sus capacidad emocional, le dotará de ciertas herramientas que facilitarán alcanzar la base de su desarrollo emocional.

Cobra un papel relevante en la vida familiar, la presencia de las rabietas. Éstas forman parte del desarrollo del infante; por tanto su presencia es normal y necesaria. A través de ellas, el niñ@ está identificando y reclamando su individualidad en el entorno.

Como respuesta a éstas, es clave que los padres/ madres deben de tener presente en el día a día el establecimiento de límites, junto con el afecto y el refuerzo de la conducta positiva de su hij@.

Atear os acompaña en el crecimiento de vuestro hij@ a través del servicio de Asesoramiento y Coaching Familiar.