Para que tu hij@ aprenda a comer sol@ debes tener presente identificar en qué momento madurativo se encuentra, en cuanto a sus habilidades manuales y cognitivas.

De igual manera es necesario darle la oportunidad de aprender. Esto supone dejarle experimentar con la comida, crearle le hábito y rutina de la alimentación, y sobre todo darle tiempo para que consiga ser autónomo en su alimentación.

A continuación expongo algunos tips que pueden serviros de ayuda para que vuestro hij@ alcance  ser autónomo en el momento de su alimentación.

1. Establecer el hábito: mismo lugar y hora

De igual manera que hay un tiempo para jugar, otro para descansar… también hay otro para comer. Este primer aspectos a tener claro y llevarlo a la práctica. Esto supone identificar un momento determinado para comer, siempre en la misma estancia y en la misma franja horaria. 

Cuando hayas instaurado un tiempo, orden, lugar y hora; ya habrás logrado gran parte del proceso.

2. Utilizar mismas rutinas: antes y después del momento de comer 

Por ejemplo, antes de cenar va la ducha, y tras la cena leemos un cuento.

La actividad anterior y posterior delimitan el momento de comer.

Intenta que a medida en que el niñ@ va creciendo, vaya adquiriendo la noción del tiempo.

Puedes comenzar a facilitarle a este aprendizaje, en el momento del desayuno. Entenderá que hay un tiempo determinado para desayunar, porque hay que irse al colegio.

Es importante que perciba el momento de alimentarse como un momento de tranquilidad y agradable, por lo tanto, es fundamental no transmitirle prisa o estrés. Si es necesario, adelantad unos minutos el despertar.

3. Diseña un cartel en el cual se recoja con imágenes las normas correspondientes al momento de comer. 

Las normas son necesarias para dar seguridad al niñ@, con ellas aprenderá a identificar y practicar lo que sí se debe hacer, y lo que se debe evitar.

Por ejemplo, nos levantamos de la silla cuando se ha terminado de comer. Otra norma puede ser, no se lleva juguetes a la mesa, de lo contrario la distracción está asegurada.

Ayuda a tu hij@ a mantener su atención en lo que toca en ese momento: comer.

4. Haz partícipe a tu hij@ del momento de la comida 

A partir de los 2 años de edad, que ya habrá adquirido destreza para caminar sol@ e identificar las estancias de casa, así como la madurez de comprender y responder a órdenes sencillas, tendrá la madurez adecuada para colaborar.

Por ejemplo, podéis repartir responsabilidades para poner y recoger la mesa. El niñ@ puede poner los cubiertos y recoger su plato tras haber terminado de comer.

A mediada que vaya creciendo, puede ir ampliándose responsabilidades (poner vasos, servir agua, colocar platos en lavavajillas…).

5. Crear un ambiente agradable 

Aprovechas el momento de la comida para hacerlo un momento de disfrute familiar.

Por ejemplo, durante la cena comparte en la mesa cómo te ha ido el día, pregunta a tu hij@ qué tal le ha ido en colegio, qué ha visto en clase, qué es lo que más le ha gustado de su día.

Intenta desconectar de asuntos del trabajo, o cualquier otra preocupación. Sé que a veces cuesta, porque llegamos al final del día cansad@ y con mil cosas en la cabeza, pero es importante tomar consciencia de que los niñ@ perciben todas las emociones.

No des cabida a la presencia de pantallas (teléfono, tablet, televisión), estas interfieren en un momento de expresar y de compartir de cada uno de los miembros de la familia.

Los adultos somos el ejemplo para los niñ@s

6. Involucra a tu hij@ en el menú

Haz que se sienta partícipe, que se sienta considerado en su alimentación.

Por ejemplo, darle la opción de elegir el postre. El adulto le dará la opción de que elija entre dos postres (ej. manzana o pera).

En la medida que vaya creciendo, puedes hacerle partícipe en la elección y elaboración de la comida.

Atear os acompaña en el crecimiento de vuestro hij@ a través del servicio de Asesoramiento y Coaching Familiar.